Conocida por los Ticos, simplemente como Drake, la Bahía Drake esta ubicada en la punta norte de la Península Osa, uno de los lugares más inaccesibles de todo el país. Toma su nombre de Sir Francis Drake quien se cree que estuvo por estas latitudes en 1579, durante su navegación por el globo y el lugar en donde este corsario inglés escondió uno de sus tesoros más preciados.
Es accesible únicamente en bote desde Sierpe y tiene un número limitado de cabañas y hospedajes la mayoría de las cuales ante la falta de infraestructuras para llevar electricidad tienen generadores de luz propios, lo que las convierte en, en el mejor sentido, en eco-cabañas.
Para llegar hasta la bahía es necesario remontar el rió Sierpe en un viaje inolvidable de casi hora y media rodeados de manglares y vegetación varia que observamos desde la lancha patroneado por expertos marineros conocedores de un intrincado laberinto de canales por los que manejan habilidosamente la lancha - especialmente intenso cuando el río se abre al mar- y te regala la visión de infinitas colinas de bosque y playas desiertas en donde vive dispersa la población de Drake.
Los habitantes de esta remota zona dependen mucho de los víveres que reciben vía marítima, con descarga en las propias calas, puesto que la mayoría de la región es espesa selva y el servicio de transporte – lanchas- es bastante limitado. No hay apenas cobertura para los teléfonos móviles y la mejor forma de comunicación es vía radio de onda corta o radio teléfonos con los que cuentan los lugareños para ponerse en contacto entre las distintas calas y acordar recogida de pasajeros y víveres con los patrones de las lanchas. Aquí, el tiempo parece no tener significado; cada segundo dura dos.
Hay kilómetros y kilómetros de maravilloso litoral con peñascos rocosos y calas arenosas que se extienden desde Bahía Drake (donde se ubica Agujitas), hacia el límite con el Parque Nacional Corcovado, que queda aproximadamente a una distancia de 18 kilómetros en dirección sur. Es una de las principales puertas de entrada al remoto Parque Nacional Corcovado. Tiene el bosque pluvial primario mas alto del planeta, además, este parque nacional es hogar de muchas especies de animales y aves en peligro de extinción lo mismo que una gran cantidad de flora y vida salvaje indígena.
Además de una visita al biológicamente intenso Parque Nacional Corcovado se pueden hacer muchas otras actividades en la zona incluyendo otra visita a la reserva biológica de Isla del Caño, nadar rodeado de coloridos peces tropicales, excursiones de kayak o canoas y observar aves, además de unos senderos por los que se llega, cruzando quebradas varias, a remotas playas que son una caña. Paradisíaco.
“…será llevado a un mundo de bosque lluvioso, magnificas playas y aventurosos viajes en lancha..”.
“…ha mantenido su encanto puro, playas naturales y selvas tropicales, con una exuberante flora y fauna…”
Es accesible únicamente en bote desde Sierpe y tiene un número limitado de cabañas y hospedajes la mayoría de las cuales ante la falta de infraestructuras para llevar electricidad tienen generadores de luz propios, lo que las convierte en, en el mejor sentido, en eco-cabañas.
Para llegar hasta la bahía es necesario remontar el rió Sierpe en un viaje inolvidable de casi hora y media rodeados de manglares y vegetación varia que observamos desde la lancha patroneado por expertos marineros conocedores de un intrincado laberinto de canales por los que manejan habilidosamente la lancha - especialmente intenso cuando el río se abre al mar- y te regala la visión de infinitas colinas de bosque y playas desiertas en donde vive dispersa la población de Drake.
Los habitantes de esta remota zona dependen mucho de los víveres que reciben vía marítima, con descarga en las propias calas, puesto que la mayoría de la región es espesa selva y el servicio de transporte – lanchas- es bastante limitado. No hay apenas cobertura para los teléfonos móviles y la mejor forma de comunicación es vía radio de onda corta o radio teléfonos con los que cuentan los lugareños para ponerse en contacto entre las distintas calas y acordar recogida de pasajeros y víveres con los patrones de las lanchas. Aquí, el tiempo parece no tener significado; cada segundo dura dos.
Hay kilómetros y kilómetros de maravilloso litoral con peñascos rocosos y calas arenosas que se extienden desde Bahía Drake (donde se ubica Agujitas), hacia el límite con el Parque Nacional Corcovado, que queda aproximadamente a una distancia de 18 kilómetros en dirección sur. Es una de las principales puertas de entrada al remoto Parque Nacional Corcovado. Tiene el bosque pluvial primario mas alto del planeta, además, este parque nacional es hogar de muchas especies de animales y aves en peligro de extinción lo mismo que una gran cantidad de flora y vida salvaje indígena.
Además de una visita al biológicamente intenso Parque Nacional Corcovado se pueden hacer muchas otras actividades en la zona incluyendo otra visita a la reserva biológica de Isla del Caño, nadar rodeado de coloridos peces tropicales, excursiones de kayak o canoas y observar aves, además de unos senderos por los que se llega, cruzando quebradas varias, a remotas playas que son una caña. Paradisíaco.
“…será llevado a un mundo de bosque lluvioso, magnificas playas y aventurosos viajes en lancha..”.
“…ha mantenido su encanto puro, playas naturales y selvas tropicales, con una exuberante flora y fauna…”